En viajes anteriores, hemos recorrido el centro histórico de Milán.
Hoy continuaremos la ruta por el casco antiguo de la ciudad; conociendo una de las fortalezas militares más antiguas de Italia. En concreto, el Castillo Sforzesco de Milán, conocido como el castillo sforza.
Una de las primeras impresiones a la hora de entrar al castillo es que la gente se ve muy pequeña dentro de sus murallas.
Entrar a la plaza central de la fortificación es completamente gratis. Se debe pagar para acceder a los museos, pero el recinto es 100% low cost.
Si quieres poder visitar hasta el último rincón del castillo (estancias, murallas, etc) lo mejor es comprar la entrada al castillo por Internet. Por ejemplo, en este enlace tienes el ticket y tienes derecho a una audioguía digital en español para explicarte la historia de este fantástico lugar.
Otra opción (que es la que hicimos nosotros) es la de hacer una visita guiada al Castillo Sforza y a la Piedad Rondanini de Miguel Ángel, dos de los elementos más importantes de Milán, que todo turista debe visitar.
Historia del Castillo Sforzesco de Milán
Inicialmente, este castillo fue construido como una fortaleza militar en la segunda mitad del siglo XIV.
Después de una larga restauración, fue transformado en residencia oficial del duque Milanés hasta su derribo durante el mandato de la república Ambrosiana.
En el periodo de la dinastía Sforza, la familia real convirtió el castillo en una de las cortes judiciales más emblemáticas de Italia.
Tras esta restauración, el palacio pasó a ser propiedad de los españoles y el imperio Austrohúngaro; retomando de esta forma su antigua forma militar.
Con el decreto Napoleónico del 23 de junio del año 1800, el castillo fue derribado junto a los bastiones de guerra españoles incluyendo las torres laterales del palacio.
No fue hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando los milaneses decidieron emprender su reconstrucción.
El arquitecto italiano Luca Beltrami, después de ganar el debate con la ciudadanía, llevó a cabo la completa reconstrucción del castillo; retomando, el diseño tradicional de la dinastía Sforza.
Finalmente, en 2005, el Castello de Milán tomó su forma actual.
¿Qué ver en el castillo de Milán?
Hoy en día, el atractivo principal del castillo de Milán son el diseño de su estructura, los museos y los distintos edificios culturales que hacen vida dentro del recinto.
El castillo se encuentra dividido en tres áreas, dentro de las cuales se puede encontrar una vasta cadena de museos.
Además, cuenta con un patio central de lujo donde se realizan eventos culturales y se exhiben obras de arte.
Algo que no debes perderte en tu visita, es la famosa torre del reloj. Una imponente diseño medieval del arquitecto italiano Antonio Averlino; construida a mitad del siglo XV.
Dentro del castillo, se conservan instrumentos musicales provenientes de distintas partes del planeta.
También, encontrarás importantes joyas que se atesoran bajo estos muros, al igual que importantes obras de artistas medievales como Leonardo Da Vinci.
Patio interior
El valor cultural del Castillo sforzesco es incalculable. Bajo el amparo de sus sólidas murallas, se encuentra el archivo histórico de la ciudad de Milán y la biblioteca trivulziana.
El acceso al patio interior es completamente gratuito y se puede visitar cualquier día del año. Es este espacio, se puede apreciar el interior del imponente castillo.
Un lugar donde además de recrearse observando la amplitud del diseño, puedes hacer fotografías, acceder a cualquier parte del palacio abierta al público o simplemente tomar el patio interior como ruta de enlace hacía el centro de la ciudad o el parque Sempione.
Torre de Filarete
La Torre central o torre de Filarete es una auténtica representación de elegancia y símbolo cultural de Milán.
También conocida como la torre del reloj, hoy en día, funciona como la entrada principal del castillo.
Su nombre, se debe al arquitecto italiano que la diseñó Filarete; también llamado Antonio Arvelino.
La torre actual, no es la misma que la original. La primera, fue destruida por una gran explosión en el siglo XVI.
La reconstrucción de la torre actual, fue llevada a cabo durante el siglo XX por el arquitecto Luca Beltrami. Preservando el modelo original, su diseño está basado en una pintura de la Cascina Pozzobonelli; donde se muestra la torre original del Castello sforza.
Su planta de base cuadrada sostiene el arco de la entrada cubierto de Mármol de Candoglia, donde se puede apreciar una pequeña escultura del rey Humberto I.
Por encima de la estructura de mármol, se encuentra erigido un monumento de San Ambrosio, el santo patrón de Milán cortejada, por los emblemas de la dinastía Sforza.
Pietá Rondanini
La Pietá Rondanini o, piedad de Rondanini es una escultura renacentista que se encuentra en el museo de arte del castillo sforza.
Se dice que fue la última obra sin terminar de Miguel Ángel, artista italiano, considerado, uno de los más grandes escultores de la historia.
Esta escultura, es la representación del artista sobre una reflexión de la vida y la salvación del alma.
En esta obra, Miguel Ángel, renuncia a la belleza del cuerpo humano para transmitir el emblema del sufrimiento.
La posición de altura entre las esculturas de María y Jesús, parecen sugerir los momentos más importantes de la vida de cristo después de su crucifixión.
Sin culminar la obra a causa de su muerte, la Pietá Rondanini de Miguel Ángel es la representación de sus dos últimos años de vida.
Desde el 2 de mayo del año 2015, es posible visitar la Pietá Rondanini en el nuevo museo instalado en el antiguo hospital español Cortile delle Armi del castillo sforzesco.
Museo de arte antiguo
El museo de arte antiguo del castillo sforzesco, ha cautivado a sus visitantes por más de 200 años.
Durante las últimas décadas del siglo XVIII, un grupo de intelectuales milaneses se encargaron de reunir en un solo lugar las obras dispersas del arte italiano.
Todas las colecciones de arte en este museo, provienen de dos instituciones. Museo Patrio di Archeologia y el Museo Municipal de Arte.
Hoy en día, se exhibe una exposición permanente de monumentos arquitectónicos del arte lombardo, desde la edad media hasta el renacimiento.
Tras pasar por el pórtico principal y recorrer el perímetro interior del castillo; sus visitantes, pueden observar un número insospechado de obras al aire libre.
En una visita guiada se puede llegar a conocer más de 133 propuestas artísticas plein air talladas en piedra o modeladas en terracota.
Las estatuas representan piezas únicas de hallazgos arqueológicos.
Pinacoteca
La Pinacoteca del castillo sforzesco, es una colección de obras donadas por importantes contribuyentes que pretendían dotar a Milán de su propio patrimonio artístico.
El mayor número de obras donadas a este museo ocurrió en el siglo XX. De hecho, en 2007 el artista italiano Amadeo Lia, hizo una donación de valor incalculable. Una imagen inédita del castillo pintada por un alumno de Leonardo Da Vinci.
El patrimonio actual de la pinacoteca, ofrece a sus visitantes una selección privilegiada con pinturas del arte lombardo. También, ofrece obras pictóricas significativas al mejor estilo veneciano.
Estatuas de mármol, bustos de terracota y monedas de oro numismáticas, se combinan en diferentes materiales, para ofrecer grandes retablos y pinturas de colección.
Por su parte, un ciclo de frescos adorna la bóveda central con una representación de los signos zodiacales.
Sin lugar a dudas un lugar que no puedes dejar de visitar.
Si te han gustado las colecciones del Castillo Sforzesco, no te pierdas la oportunidad de visitar la Pinacoteca Ambrosiana y la Exposición del Códice da Vinci, donde la genialidad de Leonardo continúa asombrando a cada visitante. Una visita que hicimos nosotros y que realmente mereció la pena. Puedes encontrar las entradas en este enlace.
Museo egipcio
Una momia masculina y algunos fragmentos en papiro pertenecientes al cónsul francés Bernardino Drovetti son algunas de las memorables colecciones del museo egipcio del castillo Sforza.
En 1901, la colección de arte egipcia, se fusionó con el Museo Patrio di Archeologia. Desde entonces, las donaciones de obras fueron aumentado considerablemente con el pasar de los años.
Como parte de la reconstrucción total del castillo, la colección egipcia se restableció en 2003 en el sótano de la corte ducal.
Museo del Mueble
Como parte del museo de artes decorativas, se encuentra el museo del mueble. Fue fundado gracias a legados y donaciones altruistas de una familia de ebanistas en Bérgamo.
Durante el siglo XX, las colecciones del museo fueron incrementando gracias a donaciones de familias como los Durini, los Andreani y los Bosques. Sobre todo, gracias a la conservación de algunos muebles de la familia Saboya.
Este, es uno de los museos más modernos de la ciudad de Milán. Siendo Lombardía, por más de 200 años la capital del diseño y la protagonista en producción de muebles.
¿Cómo llegar al castillo sforzesco?
Para llegar al castillo sforzesco de Milán, debes caminar en línea recta desde la plaza del Duomo. Cruzar desde la catedral, hasta el Castello de Milán, no se hace por una calle cualquiera, sino por la Galería Vittorio Enmanuelle II.
Dentro de la galería, justo en la salida que da con el teatro alla escala en dirección al castillo, hay una oficina de información y turismo. En ella, puedes encontrar un mapa turístico de Milán y encontrar la ruta en línea recta hacía el Castello sforzesco.
Después de caminar casi siempre en línea recta desde el Duomo de Milán y atravesar completamente el recinto central del castillo llegarás al parque Sempione. Desde este parque, se puede observar un ambiente genial.
Junto a las personas sentadas en los jardines del castillo tomando el sol y realizando distintas actividades, puedes disfrutar de esta zona del castillo incluso si deseas contemplar sus hermosos estanques al aire libre.
Por último una recomendación, descubre más de la historia milanesa y sus tesoros ocultos, incluido el legendario Tour histórico a pie y entrada para ‘La última cena’. Una oportunidad única para sumergirse en el pasado renacentista de Milán y admirar una de las obras más famosas de Leonardo da Vinci