Uno de los atractivos mayores de la ciudad milanesa es la catedral, incluso no mentiríamos si realmente es su símbolo. Por eso mismo vamos a visitar más a fondo, esto hará que cuando vayas a Milán y la visites puedes sacarle mucho más rendimiento a la visita.
La Catedral de Milán o en italiano Duomo di Milano, es de estilo gótico, destacando porque en dentro de la misma pueden llegar a caber del orden de más 40.000 personas, lo que deja claro que estamos ante una iglesia de gran tamaño que mide 157 metros de longitud, siendo uno de los puntos de interés claves de la ciudad de Milán.
La Catedral
La Catedral tiene una planta en forma de cruz latina, de una superficie de 12.000 metros cuadrados, demostrando las enormes dimensiones que tiene.
A esto añadimos que tiene 3.400 esculturas y 135 agujas, lo que hace que sea una catedral digna de ver y contemplar con mucha calma. Merece la pena verla con la luz natural del sol, puesto que merced a sus cristaleras, se puede disfrutar de toda la belleza de su arquitectura.
Si se quiere entrar en el interior de la Catedral de Milán, hay que ser conscientes de que la misma tiene 5 accesos diferentes, mediante unas puertas realizadas en bronce. En 1908 fue cuando se inauguró la puerta principal, aunque la misma se planeó en 1.582.
Como podemos imaginar, en esta obra todo ha ido con tiempo y mucha calma. Si se examina la puerta, se puede ver cómo está dividida en cuadros, donde se pueden ver variados momentos bíblicos dedicados a la virgen.
En cuanto al interior, es realmente interesante para el turista que pude acceder a lo tejados, lo que hace posible que puedan verse muchas esculturas que están situadas en la parte alta de la Catedral.
Descripción de los espacios del Duomo
Cuando nos centramos en los espacios, nos damos cuenta de que existen 5 naves, siendo de mayor importancia la central, mientras que las 4 naves laterales son signas de ver por la gran elegancia con la que están realizadas.
Centrándonos en la nave central de la Catedral de Milán tiene una altura que llega a ser de 54 metros.
En esta nave se pueden ver elementos de tanta importancia como los altares de Pellegrini, el presbiterio, el Medeghino, la estatua erigida en homenaje a San Bartolomé de Marco D’Agrate, el sarcófago de los arzobispos Ottone y Giovanni Visconti, pudiendo además ver como esta misma nos da acceso a las naves laterales, que son dos a cada lado.
En el interior de la nave se puede disfrutar de su ábside, el cual diseñó Nicolò di Bonaventura, destacando sus ventanales. Estos ventanales no solo permiten acceder a la luz del exterior, sino que además son los de mayor altura de las catedrales del mundo.
Un lugar que tampoco podemos pasar por alto es el órgano que creo Giacomo Antegnati en el año 1.552, a fin de lograr un sonido óptimo en todos los lugares de la catedral.
Una mezcla arquitectónica de gran éxito
Estamos ante una Catedral que fue obra principalmente de Nicolás de Bonaventure, gracias al cual debemos su estilo gótico tan característico.
La construcción acabó en 1805 gracias a Napoleón Bonaparte a quien hicieron una estatua para reconocerle tal mérito.
Después se fueron añadiendo poco a poco elementos como arcos, capiteles y estatuas.
Hay que tener en cuenta que el Duomo es una mezcla arquitectónica de gótico tardío, gótico francés y renacentista.
Estamos ante una obra única en el planeta y que desde luego es obligatoria para cualquier persona que quiera visitar la ciudad.
Horario de visitas y precios de la Catedral de Milán
El interior de la iglesia no abre las 24 horas del día, por lo que si lo que queremos es visitar su interior, hay que conocer los horarios. Por eso debes tener muy en cuanto cuando debes ir a verla dentro de la organización de tu viaje a Milán de 3 o 4 días.
Horario del Duomo de Milán
La catedral abre todos los días de 07:00 a 19:00 y el horario de la terraza en invierno es de 09:00 a 16:45 y en horario de verano se alarga de 09:00 hasta las 21:45.
El precio de la entrada es de dos euros, aunque si se quiere acceder a la terraza hay que pagar un precio de 7 euros si se quiere subir por escaleras o de doce euros si se quiere hacer de manera más rápida y cómoda por ascensor.
Precio de la catedral de Milán
La entrada al tesoro cuesta 2 euros, mientras que el pack completo tiene un precio reducido de 11 euros por persona. La puedes adquirir en este enlace por Internet sin necesidad de esperar colas.
Nosotros hicimos una visita guiada con una chica que sabía muchísimo de la historia de la Catedral y nos encantó. Recomendamos que hagas el mismo tour 100%. Puedes reservar tu plaza unos días antes en este enlace.
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Historia de la Catedral de Milán
Si echamos la vista atrás a la historia de esta majestuosa obra de la arquitectura, vemos que la mandó construir Antonio da Saluzzo en 1.386, en un estilo bajo gótico avanzado o como muchos suelen llamar tardío.
Así es que como se quiso corresponder a la nobleza por el esfuerzo y el trato malo que le dio el gobierno anterior que ostentó Bernabé Visconti. en 1389, tres años más tarde, llegó el arquitecto jefe, Nicolás de Bonaventure, que se dedicó a cambiar un poco la arquitectura que tenía para llevarla a un grado más de gótico.
Una década después el arquitecto Jean Mignot dejó claro que el trabajo anterior no se había realizado como debía, por lo que se tuvo que realizar estudios para ver que se estaba construyendo bien.
Cerciorarse de ello tuvo una nota positiva, por lo que valió para que la propia catedral tuviese unos mejores materiales y un diseño realmente a la altura.
En 1402, con el fallecimiento de Gian Galeazzo, el proceso constructivo de la Catedral de Milán o Duomo quedó paralizado, puesto que hasta 1480 no volvieron a retomarse con decisión los trabajos, puesto que el gobierno de la época carecía del dinero para poder terminar la obra.
Podría decirse que tampoco es que los ideales justo en ese momento estuvieran en su mejor momento.
Finalmente la catedral tuvo que esperar a 1.510 cuando Ludovico Sforza completó la cúpula octogonal.
Después de llegar Carlo Borromeo, se encargó de eliminar todo signo de laicidad del templo, caso de las tumbas de algunos de sus creadores a fin de que fuera una catedral totalmente católica.
En 1.571, el obispo Borromeo dio el encargo a Pellegrino Tibaldi como jefe de obra, que dio más tarde un toque renacentista al monumento. El obispo consiguió ver finalizar la obra en 1.577. Las obras a pesar de todo continuaron durante el siglo XVII a fin de realizar mejoras en la iglesia.
Corría el año 1.638 cuando se construyeron dos nuevas ventanas en el centro y 5 portales, todo con la idea de mejorar su calidad. En 1.649, no contentos con ello, decidieron cambiar la fachada de la catedral.
Hasta 1,762 no fue cuando se levantó la aguja Madonnina, que tiene una altura de 108 metros y que creo Francesco Croce. Lo curioso del tema es que hasta diciembre de 2008, la catedral de Milán no se dio por terminada, aunque hay que recordar que existen algunas partes no esculpidas, por lo que todavía va a poder ser diseñada por nuevas generaciones.
Resumen de lo visto sobre la Catedral de Milán
De su interior destaca la Estatua de Bartolomé, la sepultura de Diego Hualde o también merece mucho la pena su altar principal.
Te guste o no la arquitectura, seas creyente o ninguna de las dos cosas, es recomendable visitar la catedral. Lugar que merece la pena y casi un deber visitar si se visita Milán.
Justo frente a la catedral, existe un lugar enorme que suele usarse para realizar eventos al aire libre o reuniones.
En los cuatro laterales de la Catedral de Milán hay muchos restaurantes, tiendas de música, ropa y demás donde realizar las compras en una ciudad que es uno de los principales lugares del mundo de la moda.
Para complementar tu visita a la Catedral de Milán con otra joya cultural de la ciudad, no hay mejor opción que el tour a pie y entrada para la última cena. Este tour te llevará a través de la rica historia milanesa, culminando con la obra maestra de Leonardo da Vinci.
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